Las patatas
a la importancia fue el primer plato que me aventuré a elaborar. Obviando,
claro, los tan socorridos macarrones con chorizo y tomate que han rescatado de
la hambruna a tantos adolescentes que –como yo- se han visto obligados a
buscarse la vida lejos del hogar familiar.
La culpa la
tuvo un regalo, un libro: “la cocina monacal de las Hermanas Clarisas”. Quien
me lo regaló no era consciente de que era el mejor regalo que podía hacer a un
cocinillas en ciernes como yo. Un libro de recetas sencillas, tanto en su
elaboración como en sus ingredientes (aunque en sus páginas atesora recetas
como “erizo en salsa” de tierra ¿eh? No de mar, que es lo que yo pensé.
Puercoespín, vamos. O “lagarto en salsa”).
Las patatas
a la importancia es la primera receta que tropiezas cuando abres el libro. Y
llama la atención: Amarillas, rebozadas, jugosas…
Han pasado
más de veinte años y, preparando unas patatas a la riojana recordé aquel
bautismo culinario y me dije ¿Porqué no?
INGREDIENTES (4 personas):
- 900 gr. de patatas
- 180 gr. de chorizo
- 300 gr. de costilla de cerdo
- 3 dientes de ajo
- 2 pimientos verdes
- 1 cebolla hermosa
- 2 huevos
- Harina
- Vino blanco
- 1 hoja de laurel
- Pimentón
- Aceite de oliva y de girasol
- Pimienta negra molida
- Sal
ELABORACIÓN:
Picamos
finamente los dientes de ajo, la cebolla y los pimientos y los vamos pochando a
fuego medio con un poco de aceite de oliva, sal y pimienta negra.
Cortamos el
chorizo en porciones regulares de unos cuatro centímetros y lo ponemos a cocer
en un cazo cubierto de vino blanco.
Pelamos,
lavamos y secamos las patatas (reservamos 50 gr.). Las cortamos en rodajas de
dos centímetros de grosor. Las pasamos primero por harina y luego por huevo
batido. Las freímos brevemente en aceite de girasol bien caliente y reservamos
sobre papel absorbente.
Cuando la
verdura esté cocinada agregamos las patatas, la costilla, la hoja de laurel y
pimentón al gusto. También rallamos los 50 gr. de patata que habíamos reservado
y cubrimos con agua Dejamos hacer suavemente durante unos treinta minutos.
Añadimos el chorizo cocido, damos un último hervor… y a disfrutar!!!
SINANIMUS MOLESTANDI:
No he
mencionado nada acerca del picante. En función de lo que os guste podéis hacer
cualquiera de estas tres cosas: añadir pimentón picante en lugar de dulce (o
mezcla de ambos). Lo mismo digo con el chorizo También podéis poner una cayena
seca en el guiso. Eso sí: ¡No olvidéis retirarla antes de servir!
La función
de la patata rallada es engordar la salsa.
Sé que cociendo
el chorizo aparte estoy cometiendo una herejía y el plato pierde parte de su
encanto, pero hay que cuidarse ¿Verdad?