Hoy vamos a cocinar usando una técnica que, pese a su sencillez y a sus virtudes, no es habitual en los hogares, por lo menos hasta donde yo llego. Hablo del papillot.
Nuestra invitada estrella de hoy es la merluza. El pescado blanco más consumido en nuestro país y uno de los menos apreciados fuera de sus fronteras. Mejor para nosotros.
INGREDIENTES (Para 4 raciones):
- 4 lomos de merluza de entre 200 y 250 gr. cada uno, desescamados y desespinados
- 2 cebollas medianas
- 2 dientes de ajo
- 2 puerros (la parte blanca)
- 2 zanahorias
- 1 pimiento verde hermoso
- Aceite de oliva, sal y pimienta
ELABORACIÓN:
- Pelamos y laminamos los ajos. Cortamos en juliana el resto de verduras.
- Precalentamos el horno a 180º
- Salteamos las verduras a fuego vivo con un chorrito de aceite de oliva hasta que queden “al dente”. Salpimentamos.
- Cortamos cuatro rectángulos de papel de aluminio del doble de tamaño que los lomos de merluza y un poco más. Repartimos el salteado de verduras entre cada uno de los rectángulos de papel de aluminio a modo de “cama” para nuestra merluza.
- Salpimentamos los lomos de merluza por ambos lados y los vamos depositando sobre sus respectivas “camas”. Vertemos un chorrito de aceite de oliva virgen sobre cada uno de ellos.
- Doblamos los papillot como haciendo un sobre y vamos plegando sus bordes varias veces sobre si mismos. Es muy importante que queden herméticamente cerrados y algo abultados, para facilitar su “inflado” en el horno.
- Disponemos los “paquetitos” sobre una bandeja de horno y los introducimos entre 13 y 15 minutos. Servimos de inmediato.
SINANIMUS MOLESTANDI
- La manera tradicional de servir un papillot es tal cual, cerrado; y abrirlo ante el comensal con la ayuda de unas tijeras. Advirtiendo, eso si, que el vapor que desprende quema.
- El papillot se realiza usando papel de aluminio o papel sulfurizado apto para horno, aunque hace poco pude ver en un establecimiento de utensilios de cocina unos flamantes “sobres” de silicona para elaborar papillots de lo más cómodo y práctico.
- La gran virtud de un papillot es que el alimento que cocinamos en él se hace en sus propios jugos, conservando así todo su sabor y propiedades.
- Podéis emplear con esta técnica el pescado blanco o azul que más os guste. Con salmón, por ejemplo, queda de lujo. También admite algunas carnes, como supremas de pollo o pavo.
- Para terminar, una curiosidad. Según Wikipedia no debe confundirse la palabra “papillot” por la similar “papillote”, haciendo referencia ésta última a esos gorritos de papel de cocinero en miniatura que se suelen emplear para decorar el extremo del hueso del muslo en los asados de aves. Varios de los libros que consulté para documentarme usaban “papillote” para referirse a la técnica de asado y no al ornamento. Seguiré indagando.