Era mi intención publicar esta receta en plena Semana Santa, y para cuando me he dado cuenta estaba de nuevo fichando en el trabajo ¡Qué rápido pasa el tiempo cuando uno está de fiesta! Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, ahí va.
Quería realizar una presentación distinta para ésta ocasión y barajé tartaletas, tostas, volovanes… finalmente me decanté por éste “milhojas” y quedó francamente bien.
La brandada, dentro de su sencillez, no se elabora del mismo modo en todas partes: nata, mahonesa, con patata, sin patata, aceite para emulsionarla… yo os presento la que conozco, la que he visto hacer en casa y he hecho toda la vida . La he acompañado de una salsa de piquillos que le va de maravilla. Espero y deseo sea de vuestro agrado.
INGREDIENTES:
De la brandada:
- 300 gr. de bacalao desalado
- 300 gr. de patatas
- 100 gr. de mantequilla
- 2 dientes de ajo + 1 para freír
- 2 cayenas secas
- Leche (la que admita)
- Aceite de oliva
- Sal
De la salsa:
- ½ vaso de vino blanco
- 150 gr. de pimientos del piquillo
- El agua de conserva de los piquillos (si procede)
- Unos 100 ml. de nata líquida
- Sal y pimienta blanca.
Del hojaldre:
- Una lámina de hojaldre
- Un huevo
- Harina
- Mantequilla o aceite
ELABORACIÓN:
Precalentamos el horno a 180º
Ponemos a reducir en un cazo el vino blanco hasta evaporar su alcohol, añadimos los piquillos, la nata líquida, sal y pimienta. Trituramos. Si la salsa quedase muy espesa la aligeramos con el agua de conserva de los pimientos hasta que esté a nuestro gusto.
Trabajamos con un rodillo la lámina de hojaldre enharinando la mesa y el hojaldre hasta dejarlo finito. Cortamos el hojaldre en rectángulos de unos 6x9 cm.
Cubrimos la bandeja con papel de horno, la engrasamos con mantequilla o aceite y disponemos sobre ella el hojaldre. Pinchamos el hojaldre con un tenedor por toda su superficie para que no suba, lo pintamos con huevo batido e introducimos en el horno. En unos 20 minutos estará hecho pero conviene vigilarlo.
Ponemos las patatas a cocer limpias, peladas y cubiertas de agua con un poco de sal. Podemos cortarlas en daditos para que se hagan antes.
Vertemos en una sartén aceite suficiente para que cubra los pedazos de bacalao. Incorporamos un diente de ajo fileteado y la cayena. Encendemos la cocina a media potencia y cuando el ajo comience a dorarse lo retiramos y reservamos. Desechamos la cayena.
En el aceite donde hemos dorado el ajo, y siempre a fuego medio, ponemos a confitar el bacalao. Tardará entre tres y cinco minutos dependiendo del tamaño. Lo retiramos a una bandeja.
Disponemos en un vaso batidor el bacalao desmigado junto al jugo que haya podido soltar en la bandeja, la patata cocida y cortada en daditos, 2 dientes de ajo y la mantequilla a punto pomada. Trituramos y vamos añadiendo la leche poco a poco hasta lograr la textura deseada. Rectificamos de sal.
Montamos las milhojas alternando hojaldre y brandada. Acompañamos de salsa de piquillos y decoramos con el ajo que hemos dorado.
SINANIMUS MOLESTANDI:
No hagáis mas brandada de la necesaria. Con las cantidades que os indico salen unas 8 raciones generosas. En casa somos dos y la brandada aguantó apenas tres días en el frigorífico. La mitad tuvimos que tirarla.
Una receta muy similar a la brandada es el “atascaburras” manchego, que suele acompañarse de huevo duro y nueces.
Tengo oído que decir “brandada de bacalao” es una redundancia, y que la brandada siempre es de bacalao. Yo he visto elaborar brandadas de rape o krabarroca aunque, eso si, las llamaban “falsas brandadas”. Quería comentar esto para dar ideas, por si alguien se anima.
La brandada suele consumirse tanto fría como caliente. Ahora que se acerca el verano y si decidís consumirla fría podéis cambiar la salsa de piquillos por otras guarniciones más acordes, como mahonesa, pepinillos en vinagre… en fin ¡A disfrutar!