He leído que no hay frase con mayor capacidad de reunión que ¡A la mesa! Yo tengo otra ¿A quién le apetece pizza? Es infalible. Y es que una pizza recién horneada apetece a cualquier hora del día, cualquier día del año y no conoce edades.
En esta ocasión he decidido acompañar la apetitosa y crujiente masa con una de mis salsas favoritas: la carbonara. No es habitual encontrar esta pizza en franquicias y locales especializados en este tipo de condumio, lo que la hace algo más especial y diferente a lo que estamos acostumbrados.
INGREDIENTES (4 porciones):
De la masa
- 250 gr. de harina (Y un poco más para amasar)
- 170 gr. de cerveza
- Un chorrito de aceite de oliva
- Un poco de sal
- Un sobrecito de levadura química
De la salsa
- 2 yemas y un huevo entero
- 100 ml. de nata líquida
- 100 gr. de mozzarella
- 40 gr. de parmesano
- Sal y pimienta negra del molinillo
Además
- 4 huevos
- 400 gr. de panceta
ELABORACIÓN:
La masa es lo que más tarda, ya que debe reposar. Así que empezaremos por ella. Tamizamos la harina en un bol, añadimos la levadura química, el pellizco de sal y formamos con ella un “volcán”.
Agregamos el chorrito de aceita de oliva y poco a poco la cerveza mientras vamos amasando hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados. Dejamos reposar a temperatura ambiente cubierta con un paño húmedo durante unas cuatro horas.
Precalentamos el horno a 180º
Cortamos en dados la panceta y la ponemos a dorar en una sartén sin nada de aceite.
Batimos en un bol las yemas y el huevo entero. Añadimos la nata líquida, la mozzarella y el parmesano, ambos quesos rallados. Salpimentamos (generosos de pimienta) y seguimos batiendo.
Enharinamos la mesa y trabajamos la masa hasta darle la forma deseada. La depositamos sobre una bandeja de horno.
Vertemos la salsa sobre la masa y repartimos la panceta. Horneamos durante diez minutos.
Entretanto freímos cuatro huevos, uno por ración. Dividimos la pizza en cuatro porciones y servimos cubriendo cada una de ellas de un huevo frito.
SINANIMUS MOLESTANDI:
Según parece, la carbonara la elaboraban los carboneros que trabajaban en los Apeninos y originariamente no incluía nata ni panceta. Es mas, tengo entendido que en Italia se considera poco menos que un sacrilegio añadir nata a esta salsa.
Podemos hornear los huevos junto a la pizza, pero personalmente creo que no acaban de quedar bien. Prefiero freírlos o escalfarlos aparte y servirlos sobre las porciones de pizza en el último momento.
La pizza es una milenaria, mediterránea y divertida forma de alimentarnos. Nació en Nápoles y se extendió rápidamente al resto de Italia, para finalmente convertirse junto a sus extraordinarios platos de pasta en la puerta gastronómica italiana hacia el resto del mundo. En fin… ¿A quién le apetece pizza?