Traductor

sábado, 30 de junio de 2012

Albóndigas de pavo y espinaca en salsa de piquillo al vino tinto.


Hoy os traemos unas albóndigas un poco diferentes a las de cerdo y/o ternera a las que estamos acostumbrados. Muchos de vosotros las conoceréis tanto en albóndiga como en hamburguesa. Nunca las habíamos hecho en casa y han gustado mucho. Las hemos acompañado de una salsa de piquillos “tuneada” con bien de cebolla, caldo de ave y vino tinto.

            Y lo más importante: estrenamos sección. La hemos llamado ¿Y si me sobra? Y a través de ella no sólo os daremos sugerencias sobre cómo aprovechar los restos del plato sino que, además, cocinaremos un ejemplo y os lo brindaremos con foto y receta detallada incluida.

            Esta nueva sección no es fija, ya que hay preparaciones de poco o escaso aprovechamiento. O puede que, sencillamente, nuestra imaginación no dé más de si. Lo que si adelantamos es que con (casi) toda seguridad el aprovechamiento será a base de pintxos, tapas, canapés…  como os mostramos en la receta de hoy.

            Y por cierto, no sé con cual de las dos quedarme.


            INGREDIENTES (para 3-4 personas):

- 2 dientes de ajo.
- 300 gr. de pechuga de pavo o pollo picada
- 300 gr. de espinacas
- 1 cebolla hermosa
- 1 huevo
- 1 lata de pimientos del piquillo (150 gr. peso escurrido) y su líquido de conserva.
- 150 gr. de nata líquida para cocinar
- 170 ml. de vino tinto
- Caldo de ave
- Pan rallado
- Perejil picado
- Harina
- Sal y pimienta
- 1 pellizco de azúcar
- Aceite de oliva
- Pimienta cayena molida al gusto (Opcional)

ELABORACIÓN:

            Nos arrancamos con la salsa, que es lo que más tarda. Para ello ponemos uno de los dientes de ajo y la cebolla cortada en juliana a sudar junto con una cucharada de aceite de oliva, un pellizco de sal y otro de pimienta negra molida.

            Mientras pocha la verdura preparamos la masa de las albóndigas poniendo agua a hervir con un poco de sal y “blanqueando” en ella las espinacas, esto es, cuando el agua rompa a hervir a borbotón sumergimos las espinacas y las escurrimos pasado un minuto. Dejamos entibiar sin olvidarnos de dar una vuelta de vez en cuando a la cebolla.

            Cuando las espinacas estén “manejables” las vamos apretando fuertemente con las manos para acabar de escurrirlas y las picamos.

            En un bol disponemos el picadillo de pavo o pollo,  lo mezclamos con las espinacas escurridas y picadas, un diente de ajo picado muy fino, perejil y el huevo batido. Si la masa no quedase lo suficientemente compacta añadimos pan rallado hasta obtener una textura similar a la de una bechamel densa.

            Introducimos la masa de las albóndigas, debidamente sellada con film transparente, en el frigorífico y volvemos a la salsa.

            Vertemos el vaso de vino tinto y lo reducimos hasta que mengue a la mitad y el alcohol haya evaporado, momento en el que bajamos el fuego y añadimos los piquillos, el caldo de su conserva, la cayena molida (si nos place) y la nata líquida. Mantenemos unos cinco minutos y trituramos.

            Retornamos la salsa a fuego medio-bajo. Seguramente estará fuerte de sabor. La rebajamos con caldo de ave hasta que quede a nuestro gusto. Rectificamos de sal y picante si fuese necesario.

            Damos forma a las albóndigas, las enharinamos y las vamos friendo en aceite muy caliente. Las reservamos sobre papel absorbente.

            Echamos las albóndigas en la salsa y dejamos cocer unos minutos más. Servimos, en nuestro caso acompañadas de unas patatas fritas..

            ¡Y a disfrutar!

            ¿Y SI ME SOBRA?

            Pues eso, que después de darnos un buen banquete al día siguiente vemos que nos han sobrado… dos albóndigas. Eso no lo “estiramos” ni con patatas fritas ¿Qué hacemos?

            Nosotros hicimos este pintxo para cenar y, sinceramente, como ya he dicho no sé con qué receta quedarme.


            INGREDIENTES (Para 2 pintxos):

- 2 rebanadas de pan tostado
- 2 sombreros de champiñón
- 2 rodajas de queso de cabra
- 2 albóndigas de pavo y espinaca
- 2 lonchas de bacon
- Aceite de oliva y sal

PREPARACIÓN:

            Sobre cada rebanada de pan tostado disponemos una rodaja de queso de cabra, un sombrero de champiñón pasado por la plancha con un poco de aceite de oliva y sal, una albóndiga y una loncha de bacon pasada asimismo por la plancha. Lo unimos todo con la ayuda de un palillo. Napamos con un poco de salsa y listo.

SINANIMUS MOLESTANDI:

            Un “truqui” que vi en televisión (creo) que a Eva Arguiñano para dar forma a las albóndigas es echar harina en un vaso y luego una albóndiga. Meneamos el vaso en círculos hasta que la albóndiga se impregne de harina y tome forma redondeada.

            Usad un vino de vuestro agrado para la salsa. No falta quien “como es para cocinar” compra cualquier vino peleón. Y acompañad el plato con ese mismo caldo.

La receta en PDF

lunes, 11 de junio de 2012

Hongos al oporto con foie, ajos tiernos y huevo escalfado.


    Calentao, que soy un calentao. Cuando expiró la fecha límite para participar en el concurso que organizamos por motivo de nuestro II cumpleblog y ví que con sólo 15 recetas mi ilusión de hacer un libro en PDF se había ido al guano pillé una buena casqueta. Como un crío.

    Juré que una y no más. Dedicar el blog sola y exclusivamente para lo que había sido parido: recordar y compartir. Y punto.

    Y otra vez me equivoqué.

    Al ver la respuesta de los ganadores, las entradas que publicaron, la anécdota de la metedura de pata que tuve con El Cocinero Sexy al confundir su nombre (¡Y va y lo casca!), e incluso algún comentario que casi me hace saltar la lagrimilla me di cuenta de que no conseguí el maldito libro pero que, al fin y al cabo, la cosa había merecido la pena.

    Pues eso: soy un calentao, pero vamos a la receta que hoy nos ocupa, que surgió de aprovechar el foie fresco que nos sobró del pintxo de foie al soplete con solomillo y compota.

    Estamos entrando en plena temporada de setas y hongos. Las intensas lluvias que estamos teniendo por estas latitudes unidas a los días de sol que de vez en cuando se entrometen parece que están propiciando una prometedora cosecha.

    Los primeros hongos que suelen encontrarse en los mercados por estas fechas provienen de tierras gallegas. Pero no tuve suerte. Aunque acudí a un establecimiento especializado la dependienta me informó amablemente que si, que los hay, pero que los comercios de restauración los acaparan casi todos. Así que me tuve que conformar con unos shiitake de cultivo que encontré envasados.

    Aún así, unos humildes champiñones o unas setas del cardo que podemos encontrar en cualquier época del año  le irían de lujo a la receta.



INGREDIENTES (Por comensal):

-   4 hongos shiitake.
-   3 ajetes tiernos.
-   1 rebanada gruesa de foie fresco.
-   Oporto.
-   1 huevo.
-   Vinagre.
-   Sal.
-   Aceite de oliva.
-   Perejil fresco picadito.
-   Pimienta negra.

ELABORACIÓN:


            Limpiamos los ajetes y los troceamos en pedazos de unos 4 centímetros. Despojamos los shiitake de cualquier resto de tierra que pudiesen tener.

            Arrimamos una sartén a fuego medio con un par de cucharadas de aceite de oliva, los ajetes y los hongos. Salpimentamos. Transcurridos un par de minutos agregamos un chorro de vino de oporto. Dejamos hacer hasta que el alcohol del oporto haya evaporado y el hongo esté a nuestro gusto. Reservamos al calor.

            Ponemos a hervir abundante agua con sal y un chorrito de vinagre. No debe hervir a borbotón.

            Cuando el agua tenga un hervor suave cascamos los huevos, uno por uno, en una taza y los vamos depositando delicadamente en el agua hirviendo. Cuando la clara del huevo esté cocinada y la yema crudita (entre 3 y 5 minutos) estarán listos. Los vamos sacando con una espumadera y los sumergimos en agua fría para cortar su cocción.

            A la hora de servir ponemos una cama de hongos al oporto, salpimentamos y pasamos las tajadas de foie por una sartén o plancha a fuego fuerte sin nada de aceite vuelta-y-vuelta y las vamos colocando sobre los hongos. Rematamos cada plato con un huevo escalfado. Salamos brevemente el huevo y servimos.

            A disfrutar!

SINANIMUS MOLESTANDI:

            El foie que compramos venía muy limpio, pero es muy común adquirir piezas que contengan venas que deberéis retirar antes de cocinarlo.

            Para cortar el foie calentad el cuchillo. El foie es grasa pura y el calor la fundirá evitando que rompáis la pieza en lugar de laminarla. Limpiad y repetid esta operación en cada corte. Este consejo es extensible a otro tipo de productos grasos como el queso.

            El ácido del vinagre actúa de coagulante en el huevo y por eso se añade al agua de cocción. Ayuda a que cuaje más rápidamente y conserve mejor su forma. Sumergirlos en agua fría, además de detener su cocinado, evita el sabor ácido que el vinagre les haya podido contagiar.


La receta en PDF