Una de las
primeras recetas publicadas en éste blog (que dicho sea de paso el día 19 de
éste mes cumple cuatro añitos) fueron las croquetas de pizza. No era una receta
nuestra. O mejor dicho, la receta sí pero no la idea, ya que las probamos en el
Barrio Húmedo de León y nos limitamos a elaborar nuestra propia versión.
En éste
caso tanto la receta como la idea –creo- son nuestras. Si se puede con una
pizza, pensamos, ¿Porque no con una hamburguesa?
¡Y
funcionó! Cerrad los ojos y dad un bocado. Estáis comiendo una hamburguesa… ¡Pero
con la untuosidad de una croqueta! Gustará a pequeños y grandes, a propios y
extraños….
Amantes de
las croquetas: me consta que sois legión. No podéis dejar de probarlas.
INGREDIENTES:
- 50 gr. de carne picada
- 35 gr. de panceta fresca
- 1 diente de ajo
- 4 pepinillos encurtidos
- 30 gr. de queso
- 70 gr. de mantequilla
- 70 gr. de harina
- 150 ml. de caldo de carne
- 370 ml. de leche
- Pimienta negra molida
- 50 gr. de ketchup
- 30 gr. de mostaza
- Pan rallado
- Huevo
- Aceite de oliva
- Sal
- Aceite de girasol para freír
- Lechuga para acompañar
ELABORACIÓN:
Disponemos
en un bol la carne picada y añadimos la panceta y el diente de ajo, ambos
previamente picados muy finos. Salpimentamos y reservamos.
Escurrimos
los pepinillos y los picamos junto al queso. Reservamos asimismo.
Ponemos una
sartén a fuego medio y echamos la mantequilla y un chorrito de aceite de oliva.
Dejamos derretir.
Agregamos
la harina y dejamos hacer suavemente, removiendo, hasta que ésta pierda su
sabor a crudo.
Ahora vamos
añadiendo los líquidos (leche y caldo de carne calientes) sin dejar de remover
hasta que todo se integre y consigamos una textura ni muy líquida ni muy
espesa. Añadimos el ketchup y la mostaza, corregimos de sal y pimienta, damos
unas vueltas más y reservamos al calor.
Salteamos unos
minutos con unas gotas de aceite de oliva la mezcla que habíamos preparado con
la carne picada, la panceta y el ajo. Los añadimos a la bechamel tibia junto a
los pepinillos y el queso. Mezclamos y extendemos la masa en una fuente amplia.
Cubrimos con film transparente, tratando de que éste quede en su totalidad en
contacto con la masa y reservamos en el frigorífico.
Tan sólo
nos queda dar forma y freír nuestras croquetas, moldeándolas y pasándolas por
pan rallado, huevo batido y de nuevo por pan rallado. Las freímos en abundante
aceite de girasol, las escurrimos sobre papel absorbente de cocina y las
servimos de inmediato acompañadas de unas hojas de lechuga.
Y a
disfrutar!!
SINANIMUS MOLESTANDI:
Al hacer la
bechamel es importante que los líquidos que vayamos añadiendo estén calientes.
Se integraran más rápido y evitará que se nos formen molestos grumos.
También es
importante la temperatura del aceite para freírlas. No debe estar muy alto para
que no revienten y es importante que las cubra por completo para que el
cocinado sea homogéneo y queden doraditas y apetecibles.
Y si es
posible, servirlas al momento. De otra manera perderían el toque crujiente y
con él parte de su gracia.
ñam ñam pintaza
ResponderEliminarHola Iñaki, pero qué valor tienes, cómo se te ocurre hacer esta delicia de croquetas, y para llorar un poco mas, las presentas por la mitad...fabulosas croquetas Iñaki.......saludos paco
ResponderEliminarque original! en casa les encantan las croquetas, lo probaré!
ResponderEliminarque originales esas croquetas
ResponderEliminar¡¡besos¡¡
madreeeee, que pedazo de idea, que placer....!!!!!, que sabor debe tener y que untuosidad....que ya se la ve...uuufffffff!!!!
ResponderEliminarQuiero estas croquetas,comer,comer
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