El primer restaurante chino que se afincó en San Sebastián lo hizo –mira tu por donde- frente a mi hogar paterno. Era divertido oír a la gente especular acerca del tipo de comida que servían: que si hacían sopa con los tiburones, que si antes de que ellos llegaran había más gatos en el barrio… No faltaba quien se detenía a husmear en el interior de las bolsas de basura que cada noche depositaban en la calzada.
Aunque no solía frecuentar estos locales tanto como me hubiese gustado, cuando lo hacía me maravillaba ese arroz que crepitaba cuando vertían la salsa sobre él. Nunca llegué a probarlo. No iba más allá de los rollitos de primavera y el arroz tres delicias.
Por fortuna hoy día los locales de restauración chinos pueblan las aceras sin que nadie mire de soslayo preguntándose si le van a clavar 12 euros por un hamster a la pekinesa.
INGREDIENTES (para 4 personas):
- 200 gr. de arroz de grano largo
- 1 magret de pato (el que usé pesaba 430 gr.)
- 1 cebolla hermosa
- 2 puerros
- 2 zanahorias
- 1 pimiento verde
- 3 dientes de ajo
- 1 docena de champiñones
- Sal
De la salsa:
- 200 ml. de caldo de carne
- Un pellizco de pimienta cayena molida
- 2 cucharadas soperas de tomate triturado
- 2 cucharadas soperas de vinagre de arroz
- 2 cucharadas soperas de salsa de soja
- 1 cucharada sopera de harina de maíz
- 3 cucharaditas de café de azúcar
- 100 ml. de sake (o el vino blanco que tengáis a mano)
ELABORACIÓN:
Disponemos el arroz en un bol y lo cubrimos de agua. Lo removemos cuidadosamente para no romper los granos y escurrimos. Repetimos esta operación 6 ó 7 veces hasta que el agua quede transparente.
Ponemos agua a hervir. Salamos e introducimos el arroz. Contamos veinte minutos y escurrimos.
Extendemos el arroz sobre un recipiente resistente al horno y lo horneamos a 150º durante una hora.
Con un cuchillo bien afilado retiramos una capa de la grasa del magret.
Cortamos las verduras en juliana gruesa y fundimos en un wok la grasa que hemos retirado del magret. Añadimos las verduras y los champiñones, limpios y cortados en medios. Salpimentamos y salteamos a fuego fuerte.
Para hacer la salsa ponemos a reducir el sake y cuando pierda su aroma a alcohol agregamos el caldo de carne, el tomate triturado, la cayena y el azúcar. Aparte mezclamos ha harina de maíz con el vinagre de arroz y la salsa de soja. Añadimos esta pasta a la salsa y damos un hervor hasta que espese.
Practicamos en la parte grasa del magret unos cortes en diagonal para que la carne no se contraiga al freírla. La hacemos sin nada de grasa a fuego medio-fuerte durante siete minutos por la parte de la grasa y cinco minutos más por el otro lado. Retiramos y salpimentamos.
El magret habrá soltado gran cantidad de grasa, que usaremos para saltear el arroz a fuego vivo.
Servimos el arroz inflado de base, sobre él las verduritas con los champiñones y unos trozos del magret. Salseamos en el último momento.
SINANIMUS MOLESTANDI:
Uno de los secretos de este plato es que tanto el arroz como la salsa deben estar muy calientes a la hora de servirlos.
No tiréis la grasa que haya soltado el magret. Para hacer, por ejemplo, unas patatas fritas es extraordinaria.
El salteado del arroz tras su horneado es crucial en esta receta. Con el se consigue su inflado tras la deshidratación. Sin este paso el arroz resulta, sencillamente, incomestible.
Imagino lo rico de ese plato!!
ResponderEliminarkarrax, puedo decir que tu arroz ha debido de ser un auténtico lujo, puesto que yó lo hice en paella y resultó también de lujo,.........saludos paco
ResponderEliminarbueno hoy tenia hambre y por eso visite vuestra pagina jejeej,y es peor por q quiero morder un trocito de este plato,pinta genial y como siempre os queda redonda la presentacion y el sin animus ...seguir asi besos S.
ResponderEliminarExtraordinaria receta, de las que me gustan de verdad de la buena, tiene una pinta increible.
ResponderEliminarBesos!
que buena...tengo unos filetitos de magret congelado y me parece una idea fantastica.
ResponderEliminarMe llama la atención este arroz, no lo he probado, pero se ve muy bueno.
ResponderEliminarBesos y buen fin de semana.
pedazo de receta y muy bien presentado . te doy un 10 . Un besazo
ResponderEliminarPinta genial esta receta!!! lo único es que la foto no puedo verla :(
ResponderEliminarUn besinn
Ya la viiiiiiiiiiiiiiiiiii!!!!!!!!!!! está de vicio :):):):)
ResponderEliminarJooooooooooooooooooooo, que rico!!!!!!!!!!!!! Me encanta el arroz así!
ResponderEliminarBesotes
Qué original. Tiene una pinta estupenda.
ResponderEliminarBesos
Mónica-Recetasdemon
El kubak siempre me ha parecido riquísimo. Lo que no me hubiera nunca atrevido es a hacerlo en casa.
ResponderEliminarbesos
Que bueno el magret de pato!
ResponderEliminarLo he hecho muy pocas veces y siempre bien dorado a la parrilla y acompañado con una salsa agridulce hecha con su propio jugo.
Me parece una receta fantástica y muy apetecible,
con una presentación y un acompañamiento inmejorables.
Un 10 sin duda alguna.
Besitos.
este plato tiene una pinta genial! bexinos
ResponderEliminarQue buena pinta tiene este arrocito oriental, y que proceso más laborioso el de su cocción!
ResponderEliminarBesis!
Un arroz muy original,nunca lo he probado y tiene un aspecto magnifico.
ResponderEliminarBesets.
Hola, Pi!!!
ResponderEliminarQué fotaza, chiqui!!!! Madre mía, que plato tan apetitoso, el pato me encanta y ese puntito justo de cocción que le has dado está perfecto.
Un plato de lujo, te felicito.
un besazo
Pues tal como tú lo pones me apetece más que la comida del restaurante chino, yo hubiera sido como tus vecinos, la comida china me da reparo. Aunque tu plato me inspira curiosidad... Todos los ingredientes me gustan. ¡Ya tardo! Un besote.
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